sábado, 26 de noviembre de 2016

La literatura erótica de mujeres maduras


A mi siempre me ha resultado mucho más morboso y excitante leer un buen libro erótico que ver un videos xxx, que me lo pongan tan fácil no me da opción a desarrollar mi imaginación y esto supongo que nos pasará a todas las personas creativas.

Dentro de este tipo de lectura prefiero leer historias reales de mujeres maduras insatisfechas que necesitan sentir de nuevo la pasión del sexo porque la han perdido o porque durante su matrimonio no tuvieron relaciones sexuales satisfactorias con sus maridos. Dentro de este grupo de mujeres están las típicas amas de casa que un buen día se cansan de todo y deciden follar con el hijo de sus vecinos o con el amigo de su hijo de 20 años, posiblemente son las que más cachondo me ponen porque pese a que su moral no les permite ni locas hacerlo, se dejan llevar y de una forma un otra lo hacen.

También es delicioso ver como hacen sus primeras mamadas a los 45 o 50 años,  aunque esto sería más propio de los videos de porno maduras y en este caso si prefiero verlo con mis propios ojos, pese a que he tenido muchas aventuras con señoras mayores y he comprobado en mis carnes que aunque jamás hayan practicado sexo oral, le cogen el gusto y el tranquillo en menos de una semana y supongo que esto será innato en las mujeres.

Obviamente y como buen lector prefiero un buen libro de papel de los de toda la vida, pero también he sucumbido a las tecnologías y tengo un Ebook digital con una pantalla grande donde se puede leer bastante bien, aunque ya os digo que no es lo mismo y donde esté el papel que se quite la tecnología.

La lencería es otra de mis pasiones y si me lo propusiera podría ser diseñador de prendas interiores femeninas, en mi mente no paro de imaginar maduras folladas con unos panties rojos, unas braguitas de encaje del mismo color y un sujetador de lycra de esos que tienen una apertura por la parte de los pezones y puedes ver cómo se van endureciendo poco a poco. Si amigos, la lencería es una de mis pasiones y mi gran fetiche, también los zapatos de tacón son mi debilidad y una madurita en braguitas con tacones de aguja altos me vuelve completamente loco.

Aún no he querido dar el salto y publicar mi propio libro de relatos eróticos porque necesitaría disponer de más tiempo, pero todo se andará y creo que tengo bastante imaginación como para provocar en los lectores grandes sensaciones excitantes de las que no se olvidarían fácilmente.

Espero que sigáis mis publicaciones y a lo mejor el día menos pensado os doy la sorpresa, eso si, prometo que todas y cada una de ellas serán gratuitas, yo escribo por pasión y vocación y no por dinero, algo raro hoy en día pero que hace mucha falta...